martes, 13 de mayo de 2014

LET DOWN

Lo habitual es que las sorpresas, las novedades y las ilusiones vayan perdiendo tu interés conforme el tiempo te impone el elevado precio de la monotonía. Lo que primero era extraordinario pronto se convierte en cotidiano, banal, aburrido. La admiración deja paso a la más fría indiferencia... o al menos eso creo que le sucede a la mayoría de personas, porque la mayoría permite que eso les ocurra.

Yo no soy como la mayoría y tú... tú tampoco. Tú sobresales por encima de todas las demás. Tú eres resistente al tiempo y a la apatía; tú eres vital, eres fuerte y eres hermosa y eres sencilla. Eres valiente y segura de ti misma. Eres diferente. Y por eso contigo cada día es como el primer día; como el primer segundo del primer minuto del primer día en que te conocí.

Suenas y te ves siempre igual pero para mí eres nueva a cada instante. Quizá por eso eres especial. Quizá por eso eres la definición precisa de lo que a mí se me antoja como felicidad.



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