Todo en la vida se reduce a un instante. Un instante en el que echas algo de menos. Un instante en el que lo tienes todo. Un instante en el que desaparece.
Son la autenticidad y la fugacidad las fuerzas motrices que te incitan a seguir adelante, aun cuando el momento presente no es el momento deseado o el pasado comienza a hacer suyos los momentos que querrías que fuesen presentes.
No esperes el momento perfecto; toma el momento y hazlo perfecto. Y aprende a quedarte en él cuando ya se haya ido, pues en él sabrás que podrás estar seguro siempre.
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