Con el atraso del reloj llegó la oscuridad.
El mundo se colocó sus mejores galas, las negras. Los días se hicieron más cortos y las noches comenzaron a engullir la luz. Las hojas, otrora verdes, resplandecientes, comenzaron a teñirse de tonos amarillos, marrones y rojos. Cayeron al suelo de los parques para tejer ese manto, esa alfombra otoñal tan singular que nos recuerda que hubo días donde la vida bulló y coloreó la tierra.
Nos adentramos ahora en un tiempo de letargo, en meses donde la escarcha se adueña de la hierba y el frío nos empequeñece; donde buscamos el calor del fuego o del agua; el refugio cálido de un techo.
Miramos hacia el futuro mientras nos sumimos en la quietud y aparente monotonía de los días grises y oscuros. Atrás queda el sol del verano; por delante, la promesa de una vida nueva que florecerá en primavera.
Mientras tanto, sin embargo, caminamos despacio con los pies fríos en pos del ineludible abrazo blanco del poderoso invierno.
martes, 29 de octubre de 2013
viernes, 25 de octubre de 2013
El puente
Esta es la historia de un puente que conectaba dos mundos ajenos, distantes en el tiempo y el espacio.
Un puente que no era de piedra, ni de acero, ni de hormigón. Un puente que no enlazaba las dos márgenes de un río; tampoco cruzaba el mar. Estaba suspendido en el aire desafiando la ley de la gravedad, soportando el peso de lo que a través de él circulaba, haciendo equilibrios sobre el vacío.
Fueron dos los arquitectos que diseñaron el puente y lo hicieron en apenas un instante que, a pesar de todo, resultó ser suficiente para garantizar su solidez. Por extraño que pudiese parecer, se trataba del puente más delicado y más resistente de todos, pues era capaz de tolerar la intensidad de una fuerza indescriptible y con la misma facilidad se podía romper.
El puente ofrecía una ruta de ida y vuelta entre aquellos mundos por un precio asequible: la intemporalidad. Tenía la facultad de dar forma y quitársela al tiempo que se tomaba en cruzarlo sin que ello pareciese alterar el mundo circundante.
El puente era un suspenso en el tiempo; un alto en el camino del reloj; un paréntesis de eternidad tendido entre dos universos que en un instante se encontraron y se rozaron y se quisieron fundir el uno con el otro.
Un puente etéreo erigido en el espacio infinito que separa tus ojos de los míos, desafiando el misterio de lo desconocido.
Un puente que no era de piedra, ni de acero, ni de hormigón. Un puente que no enlazaba las dos márgenes de un río; tampoco cruzaba el mar. Estaba suspendido en el aire desafiando la ley de la gravedad, soportando el peso de lo que a través de él circulaba, haciendo equilibrios sobre el vacío.
Fueron dos los arquitectos que diseñaron el puente y lo hicieron en apenas un instante que, a pesar de todo, resultó ser suficiente para garantizar su solidez. Por extraño que pudiese parecer, se trataba del puente más delicado y más resistente de todos, pues era capaz de tolerar la intensidad de una fuerza indescriptible y con la misma facilidad se podía romper.
El puente ofrecía una ruta de ida y vuelta entre aquellos mundos por un precio asequible: la intemporalidad. Tenía la facultad de dar forma y quitársela al tiempo que se tomaba en cruzarlo sin que ello pareciese alterar el mundo circundante.
El puente era un suspenso en el tiempo; un alto en el camino del reloj; un paréntesis de eternidad tendido entre dos universos que en un instante se encontraron y se rozaron y se quisieron fundir el uno con el otro.
Un puente etéreo erigido en el espacio infinito que separa tus ojos de los míos, desafiando el misterio de lo desconocido.
jueves, 24 de octubre de 2013
Tonight
I should have known there was someone else
Down below I always kept it to myself
Now I believe in nothing
Not today as I move myself out of your sight
Oh I'll be sleeping by myself tonight
I could never go with one else
The hurt don't show but who knows, time will tell
Now I believe in nothing but the pain
That I can't see this turning out right
Oh I'll be sleeping by myself tonight
Forever be sad and lonely
Forever never be the same
Oh I close my eyes and wait for a sign
Am I just waiting in vain?
Oh I'll be leaving love and disaster
Sometimes the two are just the same
I'm beginning to see
What's left of me is gonna have to be free to survive
I'll be sleeping by myself
I'll be sleeping by myself
I'll be sleeping by myself tonight
Down below I always kept it to myself
Now I believe in nothing
Not today as I move myself out of your sight
Oh I'll be sleeping by myself tonight
I could never go with one else
The hurt don't show but who knows, time will tell
Now I believe in nothing but the pain
That I can't see this turning out right
Oh I'll be sleeping by myself tonight
Forever be sad and lonely
Forever never be the same
Oh I close my eyes and wait for a sign
Am I just waiting in vain?
Oh I'll be leaving love and disaster
Sometimes the two are just the same
I'm beginning to see
What's left of me is gonna have to be free to survive
I'll be sleeping by myself
I'll be sleeping by myself
I'll be sleeping by myself tonight
miércoles, 23 de octubre de 2013
High Fidelity
Tonight, for the first time ever, I can sort of see you're everything I always wanted. Everything I dreamed about.
Everything I've never had.
Everything I've never had.
domingo, 20 de octubre de 2013
Toc, toc
Hola.
Abre la puerta, pasa. Di cualquier cosa.
¿Qué tal el día?
Es suficiente. Siéntate y dedícame un solo minuto. Alza la cabeza, mírame sin más.
Despídete y vete (¡no lo hagas!). Déjame aquí embobado, persiguiendo con la mirada la estela de algo que no es nada y lo es todo a la vez.
Adiós.
Vuelve pronto, porque es demasiado difícil vivir del aire.
Abre la puerta, pasa. Di cualquier cosa.
¿Qué tal el día?
Es suficiente. Siéntate y dedícame un solo minuto. Alza la cabeza, mírame sin más.
Despídete y vete (¡no lo hagas!). Déjame aquí embobado, persiguiendo con la mirada la estela de algo que no es nada y lo es todo a la vez.
Adiós.
Vuelve pronto, porque es demasiado difícil vivir del aire.
sábado, 19 de octubre de 2013
Proverbia
"La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días".
martes, 15 de octubre de 2013
Grey
Los días grises oprimen y hacen de las preocupaciones agujeros negros que engullen la luz y la felicidad. Las ganas de gritar se hacen insoportables. El cielo llora y tú quieres llorar con él, pero no puedes. Simplemente te sumerges en la melancolía y desde esa perspectiva gris te fundes con los días grises. Esperas allí, a que algo o alguien te ayude a salir.
The fury in my head
Un murmullo que antes de que diese tiempo a respirar se convirtió en un ruido atronador. Todas las barreras cayeron al suelo y se encontró a sí mismo recogiendo los pedazos deshechos de su integridad.
Believe
¿Se debe creer en algo que no está?
Me pregunto dónde está el límite y dónde la esperanza.
Perseguir fantasmas; sueños que sólo tú imaginas, que sólo tú protagonizas.
Son tantas las ideas que machacan tu cabeza que a veces desearías dejar de pensar; apretar un botón y que todo se apagase. Como la televisión. No quieres ruido. No quieres ese murmullo de fondo que rompe la tranquilidad de la mente.
¿Cuánto se puede aguantar? ¿Cuánto se debe aguantar? ¿Cuánto tiempo transcurre hasta que se pierde la fe, hasta que se cede a la desesperación?
Quiero saber cuántas decepciones puedes llegar a acumular. Quiero saber hasta cuándo se puede creer en lo inalcanzable, en lo que anhelas y jamás alcanzas.
Quisiera saber cuándo lo sutil, lo imperceptible, empieza a gritar para destrozar la calma de la que se fingió disfrutar.
Quiero creer en lo increíble. ¿Por qué no? Lo increíble me hace sentir vivo.
¿Creer? ¿En qué?
En algo que no conozco y que se mantiene escondido de mí.
Ingenuo... Estúpido. Tú sólo quieres soñar.
Me pregunto dónde está el límite y dónde la esperanza.
Perseguir fantasmas; sueños que sólo tú imaginas, que sólo tú protagonizas.
Son tantas las ideas que machacan tu cabeza que a veces desearías dejar de pensar; apretar un botón y que todo se apagase. Como la televisión. No quieres ruido. No quieres ese murmullo de fondo que rompe la tranquilidad de la mente.
¿Cuánto se puede aguantar? ¿Cuánto se debe aguantar? ¿Cuánto tiempo transcurre hasta que se pierde la fe, hasta que se cede a la desesperación?
Quiero saber cuántas decepciones puedes llegar a acumular. Quiero saber hasta cuándo se puede creer en lo inalcanzable, en lo que anhelas y jamás alcanzas.
Quisiera saber cuándo lo sutil, lo imperceptible, empieza a gritar para destrozar la calma de la que se fingió disfrutar.
Quiero creer en lo increíble. ¿Por qué no? Lo increíble me hace sentir vivo.
¿Creer? ¿En qué?
En algo que no conozco y que se mantiene escondido de mí.
Ingenuo... Estúpido. Tú sólo quieres soñar.
domingo, 13 de octubre de 2013
La calle
Caminaban por una calle desierta al caer la tarde, alejada del caos, del bullicio, del ruido y de la gente.
La tomó de la mano y la volvió frente a él, de manera que el sol que resplandecía en el pedazo de cielo colocado arriba, entre los edificios, la envolvía en un fulgor dorado.
Le dijo:
"Quédate quieta y mírame. Quiero hacerte una foto. Quiero que la mejor cámara del mundo tome esta imagen. Quiero poder contemplarla siempre. Quiero grabar en mi cabeza este momento para recordarlo. Sólo mírame".
Los ojos verdes asintieron y brillaron.
Y él sacó la foto. Recorrió todas las líneas y contornos de la figura situada delante, obligando a sus ojos a captar cada detalle para revelar la fotografía más bella que jamás tomaría.
Esa imagen tuvo siempre un significado especial. En papel pudo mostrar lo que cualquier otra, el reflejo intemporal de un instante perdido en el pasado. En su mente quedó impresionada como un recuerdo imperecedero. En ambos casos aquel momento se grabó en la eternidad.
Pero lo más increíble de esa fotografía fue que, en el preciso instante en el que se tomó, el mundo se paró durante un minuto y no existió otra cosa que aquella calle, aquel sol y aquella silueta que a él, permanente insatisfecho, se le antojó eterna. Y entonces el instante de la imagen y la imagen del instante se hicieron eternos con ella.
La tomó de la mano y la volvió frente a él, de manera que el sol que resplandecía en el pedazo de cielo colocado arriba, entre los edificios, la envolvía en un fulgor dorado.
Le dijo:
"Quédate quieta y mírame. Quiero hacerte una foto. Quiero que la mejor cámara del mundo tome esta imagen. Quiero poder contemplarla siempre. Quiero grabar en mi cabeza este momento para recordarlo. Sólo mírame".
Los ojos verdes asintieron y brillaron.
Y él sacó la foto. Recorrió todas las líneas y contornos de la figura situada delante, obligando a sus ojos a captar cada detalle para revelar la fotografía más bella que jamás tomaría.
Esa imagen tuvo siempre un significado especial. En papel pudo mostrar lo que cualquier otra, el reflejo intemporal de un instante perdido en el pasado. En su mente quedó impresionada como un recuerdo imperecedero. En ambos casos aquel momento se grabó en la eternidad.
Pero lo más increíble de esa fotografía fue que, en el preciso instante en el que se tomó, el mundo se paró durante un minuto y no existió otra cosa que aquella calle, aquel sol y aquella silueta que a él, permanente insatisfecho, se le antojó eterna. Y entonces el instante de la imagen y la imagen del instante se hicieron eternos con ella.
viernes, 11 de octubre de 2013
Suddenly...
You came out of nowhere. Stealing my heart and brain.
Flaming my every cell. You make me feel myself.
Will you stay in this land forever?
A cross the time and space. A never-ending dance.
A blooming and a trance. You make me feel my soul.
There's no more loneliness. Only sparkles and sweat.
There's no more single fate. You make me feel myself.
Will you stay in this land forever?
My body is like a lightning rod. Capsize me and douse me in your bay.
A shiver of want, always. When you are on the tip of my tongue.
In the back of your parked car. I could build a fort. And play all day. Between your lips.
Let's stay here forever.
Sueña...
Ella es una diosa
y él es un cometa.
Ella duerme por las noches
y no recuerda lo que sueña.
Él sueña con dormir cuando ella duerme
y sueña con soñar lo que ella sueña...
Y sueña con soñar lo que ella sueña...
y no recuerda lo que sueña.
Él sueña con dormir cuando ella duerme
y sueña con soñar lo que ella sueña...
Y sueña con soñar lo que ella sueña...
Ella es la esperanza de la humanidad,
y él escribe mientras ella duerme.
Él fuma y obedece,
ella habla y resplandece.
y él escribe mientras ella duerme.
Él fuma y obedece,
ella habla y resplandece.
Ella canta desnuda una canción
y él la mira y se relame.
Él se pierde entre su pelo,
ella se abraza fuerte y dice:
y él la mira y se relame.
Él se pierde entre su pelo,
ella se abraza fuerte y dice:
"Que las noches con sus lunas y las lunas con sus huesos nos secuestren a los dos...
Que las lluvias y los soles y las hojas en el suelo nos encuentren a los dos...
Que los años y el presente nos sorprendan a los dos..."
Que las lluvias y los soles y las hojas en el suelo nos encuentren a los dos...
Que los años y el presente nos sorprendan a los dos..."
Ella siempre mira hacia delante,
él jamás mira hacia atrás.
Ella duerme y sueña aunque no se acuerde,
él escribe mientras ella duerme.
él jamás mira hacia atrás.
Ella duerme y sueña aunque no se acuerde,
él escribe mientras ella duerme.
Ella sonríe y devora la vida,
él devora la vida y sonríe.
Él sueña con dormir cuando ella duerme
y sueña con soñar lo que ella sueña...
él devora la vida y sonríe.
Él sueña con dormir cuando ella duerme
y sueña con soñar lo que ella sueña...
miércoles, 9 de octubre de 2013
LXVI
¿De dónde vengo? El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura,
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
¿Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas.
En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.
martes, 8 de octubre de 2013
An island in the sun
We'll run away together,
we'll spend some time forever,
we'll never feel that anymore.
sábado, 5 de octubre de 2013
Los acordes flotan en el aire y envuelven la figura que mis ojos contemplan. Una estampa de belleza infinita que desearía poder hacer estática, permanente, eterna, y así la contemplaría a la luz del sol, las farolas y las estrellas hasta el momento en el que la noche se confundiese con el día y me engullese hasta hacerme desaparecer.
jueves, 3 de octubre de 2013
Ojos.
Ojos alegres, sonrientes. Ojos confidentes y a la vez misteriosos. Ojos cantarines, traviesos; brillantes y elegantes. Ojos luminosos.
Ojos atrevidos, valientes; ojos sensibles, tiernos y dulces. Ojos tímidos y precavidos, sutiles, frágiles, silenciosos.
Ojos inteligentes, poderosos; risueños, juguetones y apasionados.
Ojos que detienen el tiempo. Ojos que iluminan noches y dan calor cuando hace frío. Ojos que orientan en el caos y dan sentido al mundo.
Ojos verdes, tranquilos y seguros.
El secreto de tus ojos es el secreto de tu vida y tu misterio.
Ojos como puente entre el recuerdo, el presente y el futuro.
Ojos que son espejos del corazón y la mente.
Ojos que viven para que alguien quiera morir por perderse en ellos, porque son infinitos.
martes, 1 de octubre de 2013
When the sun goes down
Despiértame cuando acabe septiembre, cuando el sol decida tomar unas merecidas vacaciones; cuando el frío comience a descender del cielo y haga de la hierba, de los campos y de los árboles un bonito retablo de tonos verdes, grises y blancos. Cuando la lluvia moje las calles e impregne el aire de humedad y frescor.
El manto de las hojas caídas tras dos largas estaciones cubrirá el suelo de los parques, parques donde caminaré envuelto en el calor de los recuerdos y la melancolía a través de la niebla de mis pensamientos.
El manto de las hojas caídas tras dos largas estaciones cubrirá el suelo de los parques, parques donde caminaré envuelto en el calor de los recuerdos y la melancolía a través de la niebla de mis pensamientos.
Despiértame cuando septiembre toque a su fin, pero no dejes que el sueño acabe tan temprano; el sueño que comenzó hace no mucho y que espero que resista la amenaza del invierno. Ojalá siga vivo para ver brillar nuevos días de primavera y verano.
I wander
Una noche cálida en una ciudad que no duerme.
Un solitario transeúnte huye del bullicio que lo ahoga y vuelve a casa, solo. No tiene compañía en ese oscuro capitular del día, aunque tampoco la quiere.
Camina sin pensar, dejándose llevar. Sabe adónde ir y cómo llegar; muchas veces recorrió la misma ruta que le guía de camino a casa, pero esta vez es diferente. La situación es diferente, él se siente diferente.
La catarsis del momento desató la lucha interna de las emociones encontradas y el hombre se encontró a sí mismo debatiéndose a ciegas en mitad de una noche que se antojaba apacible.
No llueve, hace calor y el viento apenas se deja arrastrar por la calle transformado en una suave brisa. Es esa brisa la que empuja al transeúnte a no detener sus pasos aunque se siente desfallecer. Se siente caer, fallar de nuevo tras empezar una y otra vez. Y no puede evitarlo.
En la noche sin luna más oscura en mucho tiempo, el caminante se funde con las calles y se confunde entre la oscuridad, débilmente rota por la luz tenue de alguna farola que asiste impasible a la lenta tortura interior que sufre.
¿Dónde quedó la ilusión?
La ilusión se hizo añicos cuando el hombre descubrió que lo que perseguía como un loco no era sino una estrella brillante como ninguna, cuya fuerza y poder no podía controlar.
Vio su deseo inocente tal y como era: un estúpido e ingenuo intento de ganar sin pelear, de conseguir lo mejor sin merecerlo.
A pesar de que se prometió ser valiente, en esta noche sólo deja espacio para la desolación. Las lágrimas brotan de sus ojos y caen abandonadas al suelo, donde mueren engullidas por el silencio y la soledad. El transeúnte del andar derrotado quiere gritar, desgarrarse el pecho y por un instante, dejar de respirar para no pensar, para que los remordimientos y el dolor y la culpa no lo atormenten más. Como no puede, simplemente se limita a llorar como un niño pequeño que se refugia en su pena para expulsar lejos lo que amenaza con quebrarlo. Y vaga...
Las luces le indican el camino y la melodiosa melancolía le sujeta la mano para ayudarle a continuar. Un paso tras otro y, con suerte, el descanso le proporcionará la paz que necesita.
El solitario que camina con su sombra como única compañera mira al cielo y se lamenta sin parar, maldiciendo su estupidez. Quiere luchar, esta vez más que nunca, pero no creía que tuviese que empezar tan pronto. Tiene miedo.
Y no es de lo ajeno de lo que se asusta; se asusta de sí mismo, de lo que está arriesgando, de lo que puede perder, de lo que está poniendo en juego.
Por vez primera en una larga época sabe que tiene ante sí la respuesta que buscó desesperado y que jamás encontró. Llegó entonces a dudar de su existencia hasta que tras un parpadeo repentino se encontró frente a frente con ella.
En la noche de las emociones encontradas, los pasos y las lágrimas desesperanzadas, la luz del nuevo día purifica lo que quedó viciado y por un brevísimo segundo proporciona la visión idílica de ese horizonte que, si bien lejano ahora, permanece inamovible en el futuro cercano esperando, quién sabe, a ese caminante errante eternamente dispuesto a alcanzarlo.
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